Almería es una tierra de contrastes, rica en patrimonio, gastronomía y naturaleza. A pie de playa, a menos de 10 metros sobre el nivel del mar, encontramos Carboneras o Roquetas de Mar, mientras que en las cumbres más altas se ubican Bayarcal, Bacares o María. A continuación, os propongo una selección de los pueblos más bonitos de Almería para visitar en vacaciones o en un fin de semana.
Mojácar
A 90 kilómetros de la capital en el Levante almeriense es uno de los pueblos más bonitos de España que ha sido reconocido en innumerables ocasiones a nivel nacional e internacional. Sobre una montaña se presenta con una amalgama de casas blancas y estrechas calles que forman laberintos adornados con flores de colores vivos. Desde sus miradores se disfrutan bellos horizontes tanto hacia el mar Mediterráneo como a las profundas ramblas de Sierra Cabrera.
A partir de los años 60 se convirtió en un lugar turístico por excelencia de músicos, pintores y artistas en general conservando los tintes de una ciudad árabe entroncada en el paisaje. Imprescindible comprar algún recuerdo en forma de Indalo, símbolo de la ciudad y de toda la provincia que se tomó de una de las figuras de la Cueva de los Letreros de Vélez-Blanco.
Níjar
La Villa de Níjar es otro de los tres pueblos almerienses reconocido como los más bonitos de España. Calles estrechas, casas blancas y coloridas macetas invitan a un paseo tranquilo hasta la torre vigía La Atalaya ubicada en un promontorio de fácil acceso desde donde divisar la totalidad de la localidad. Níjar es un pueblo artesano en el que destacan la cerámica y las jarapas quedando patente el pasado árabe en la actividad de varios talleres que aún perviven.
No podemos dejar de visitar Los Hornos de Calcinación que fueron recuperados y son un fiel reflejo del pasado minero de la localidad. En estos hornos se trataba mineral para su posterior transporte a través de ferrocarril, hoy convertido en vía verde, hasta el puerto de Agua Amarga.
Si vamos a Tabernas hay que visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación de los siglos XVI-XVII, el Desierto de Tabernas, los poblados del Oeste que permanecen activos y nos transportan hasta aldeas mexicanas, campamentos indios o los pueblos americanos del siglo XIX, el centro de interpretación Terrera Ventura, las almazaras que dan lugar a uno de los mejores aceites de oliva virgen extra de España, la Plataforma Solar de Almería, el Circuito de Velocidad y sus bares y restaurantes con una gastronomía variada.
Vélez-Blanco
En Los Vélez, a más de mil metros de altitud y 164 kilómetros de la capital, encontramos Vélez-Blanco presidido por su castillo del siglo XVI que conforma un conjunto homogéneo de alto valor patrimonial. El municipio está incluido en el parque natural que lleva el mismo nombre de la comarca y se caracteriza por su clima mediterráneo con grandes masas forestales de pinares y encinas.
Laujar de Andarax
Al pie de Sierra Nevada y frente a la Sierra de Gádor, a 69 kilómetros de Almería, se ubica Laujar de Andarax. Una de las características del municipio es la abundancia de agua que da lugar a una ruta por sus más de doce fuentes y que es la capital de la Alpujarra almeriense. Hemos de visitar el área recreativa que da lugar al nacimiento del río Andarax, ideal para el turismo rural.
En Laujar de Andarax tenemos que visitar su Iglesia de la Encarnación, una obra mudéjar con terminación barroca de extraordinarias dimensiones y excelente conservación. La industria agroalimentaria se ha potenciado en los últimos años con productos destacados como vino, queso, mantecados y embutidos que se pueden degustar en los establecimientos de la localidad, además de en sus fábricas y bodegas.
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